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Acercándonos a la
fecha en que, sólo en la ciudad de Rosario, se ha instituido por los jóvenes
alumnos como el “día de la chupina”, queremos transmitirle a través de este medio,
nuestra preocupación y responsabilidad con tal situación, entendiendo que muchos de ustedes comparten con nosotros la
idea que los adolescentes y jóvenes deben encontrarse en horario escolar dentro
del establecimiento educativo o en sus hogares según fuera conveniente.
Son muchos los
motivos que tenemos para realizar esta consideración:
J De índole formativa à educar en la responsabilidad y
el esfuerzo puestos en el cumplimiento de sus
deberes.
à
asumirse como ciudadanos y comprender como tales, el alcance de sus deberes como jóvenes
integrantes de una Comunidad.
à
recuperar la educación, la dedicación al estudio, el saber, el crecimiento y la
formación personal como valores
socialmente reconocidos.
à
valorar la importancia de la utilización del tiempo libre y la ocupación de las
horas ociosas con actividades creativas.
à
medir los alcances de las consecuencias de las acciones realizadas.
J
En relación con la integridad física -à sabemos que “la calle” se ha convertido en los últimos años en un
lugar poco seguro para permanecer durante un tiempo prolongado, sobre todo sin
actividad específica.
J
De índole legal -à
a partir del 2008 con la Sanción
de la Ley de
Educación Nacional 26206, la escuela Secundaria presenta un carácter de Obligatoria , siendo directamente los padres, madres y/o tutores/as de los jóvenes, responsables de hacer cumplir
esta obligatoriedad ( Art. 129 inc. a), y siendo la escuela Contralor de esta
Obligación.
-à
la no concurrencia del alumno al establecimiento educativo deberá ser excepcional y sólo por
cuestiones de salud y/o de índole legal
( Art. 129 inc.b) y de no ser por enfermedad,
o por cuestiones de fuerza mayor la
inasistencia se computará como injustificada (Dto.181/09 Régimen de evaluación,
calificación, promoción y asistencia – anexo III - art. III -
inc. a, b).
Los invitamos a
reflexionar sobre lo expuesto ya que es nuestra intención poder acordar
criterios y valores comunes con las familias a fin de transmitir a nuestros
alumnos la seguridad de transitar el
camino adecuado. La coherencia entre familia y escuela es una herramienta
fundamental para la educación de nuestros jóvenes como ciudadanos responsables
y socialmente comprometidos.
Quedamos a su entera disposición.
Atte. Equipo directivo.