MUJER FUERTE
Si no fuera por Mercedes
que vino de Salavina
Los niños continuarían llorando.
Su madre se convirtió en una estrella,
Para iluminar tu camino.
A su corazón arraigado en la Fe,
Él dio amor a los más vulnerables.
Yo llevaba esperanza,
Cómo Jesús llevó la cruz
Con cada paso que daba
A la adversidad la derribó.
Se necesitaron 30 años para cumplir el acuerdo
que desde dentro eran unitarios.
Siguiendo el camino de la devoción
Mercedes era paz, ella llevaba el legado de Dios.
.
Con un propósito casi cumplido
bajo el mismo manto, el enemigo
Con intereses ligeramente burgueses
En Chascomús reaparece la Madre.
Niños incorregibles por amor a Dios
Cuando les dieron la espalda
Madre Mercedes los agarró,
bajo su manto de amor, los envolvió.
Toda la oscuridad de este mundo
No pudo apagar la luz de la vela.
Por el camino de San Francisco
A Roma trajo su rectificación.
El Vaticano con los brazos abiertos
El Papa León XIII interviene
A través de las vicisitudes de su vida
Aquí está la mujer fuerte como Él dijo.
Mujer fuerte, la proclamaron desde Roma,
Todos pensaron que se había acabado
Sacrificando su vista en manos de Aguirre
Aquellos que resisten tienen su recompensa.
Ha llegado el momento de que ocurra un milagro.
El hijo de Lezica se acerca con un abrazo.
Lavarse con agua de la Virgen de Lourdes
Las oraciones llegaron y el Milagro ocurrió.
Sus oraciones no eran sencillas,
Tuvo que construir la Congregación de los Necesitados
Para aquellos humildes ciudadanos
Que el cólera estaba causando estragos.
Hubo dificultades en su trabajo,
para llevar a cabo el acuerdo
Esa mujer fuerte no se detuvo
Entonces el pueblo le dio una mano.
El Asilo para Niños de San José
tenía el permiso del obispo
Sus funciones fueron cumplidas.
Aunque el mal resistió.
Las autoridades de turno le dieron la espalda,
Un pueblo convencido, le pidió permiso.
Siguiendo la obra del Santo Padre
que todo era más amable con ella.
Madre Mercedes llena de niños
Se la vio siempre y sin prejuicios.
Cuando es hora de partir
La sonrisa se vio en sus labios,
Esa sonrisa de saber lo que logró tu prometido.
Nabil Alberto Giardini
Colaboración de los docentes
Andrés, Gisela y
Ominetti, Virginia