viernes, 17 de abril de 2015

Soneto al Crucificado


No me mueve Señor para quererte,
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido, 
para dejar por eso de ofenderte.

Tu me mueves Señor, 
muéveme al verte, clavado en una cruz y escarnecido, 
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muéveme tus afrentas y tu muerte,
muéveme al fin tu amor,
y en tal manera, que aunque no
hubiera cielo yo te amara,
y aunque no hubiera infierno te temiera.

No me tienes que dar porque
te quiera, mas aun que lo que
espero no esperara, lo mismo
que te quiero te quisiera.