jueves, 12 de agosto de 2010

Novena a Nuestra Señora de la Asunción

Ser fieles a la Virgen exige:·

Amarla como Madre
Escucharla como maestra de Fe
Descubrirla como modelo de Vida Cristiana
Invocarla como mediadora de todas las gracias
Ver que su única meta es llevarnos a Cristo para alcanzar al Padre en la unidad del Espíritu Santo.


Por eso la Virgen nos invita siempre a:
Consagrar, es decir, ofrecer nuestra vida a su Corazón Inmaculado.
Rezar mucho, especialmente el Santo Rosario, por la conversión del mundo.
Leer la Palabra de Dios y meditarla todos los días.
Hacer penitencia por nuestros pecados y por los pecados con los que el Señor es continuamente ofendido.
Vivir en una actitud de recogimiento interior.

ORACIÓN PARA CADA DÍA

Acuérdate oh Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de cuantos han acudido a tu protección e implorado vuestra asistencia, haya sido abandonado de vos.
Animado por esta confianza a vos también acudo y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a aparecer ante tu presencia soberana, no desprecies mis suplicas antes bien dignaos atender a ellas y favorablemente escucharlas. Amén

8° Día. Viernes 13. Día de la Familia.
Pedimos por las familias, especialmente las de nuestra comunidad educativa y todas aquellas que por distintas circunstancias, sufren toda clase de separación.
Oración: María Madre, que cuidaste tu familia de Nazaret, y también a la Gran Familia de la Iglesia y de todos los hombres, intercede por nuestras familias, para que el diálogo, el cariño y la solidaridad no falten, y si faltan, que vuelva sobre cada familia, para encontrar la armonía y la paz que sólo proviene de Dios.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Oración Final:

SOY TODO TUYO “MARIA”

Virgen María, Madre mía, me consagro a ti y confío en tus manos toda mi existencia.
Te confío cuanto tengo y cuanto soy, todo lo que he recibido de Dios.
Te confío mis incertidumbres y angustias, para que en tu corazón yo encuentre, seguridad, sostén y luz en cada instante de mi vida.
Con esta consagración me comprometo a imitar tu vida, y te prometo con la gracia de Dios y con tu ayuda, ser fiel al compromiso asumido.
Oh María, soy todo tuyo, y todo lo que poseo te pertenece ahora y siempre.
AMEN